
Entrevista con Dmitri Glukhovsky, autor de Metro 2033
El equipo de Scyla ha entrevistado a Dmitri Glukhovsky, autor ruso de "Metro 2033", novela de ciencia ficción post-apocalíptica que Timun mas publicará el próximo 26 de mayo, y que ha vendido más de un millón de ejemplares.
En esta entrevista nos cuenta como se gestó la novela y que podemos encontrar en ella. Desde aquí queremos dar las gracias a Dmitri por su amabilidad y por hacernos hueco en su apretada agenda, ya que se encuentra en plena promoción de "Metro 2034", que se publicó hace menos de un mes en Rusia. Tenéis más información sobre la novela en el minisite que la editorial ha puesto en marcha.
(English version of this enterview below spanish one)
Scyla: Buenas, señor Glukhovsky… es usted ruso, pero también habla inglés, francés, alemán, hebreo y… español. Vivió en Rusia, Francia, Alemania e Israel, pero ¿cómo y porqué aprendió español? ¿cuánto conoce de nuestra cultura?
Dmitri Glukhovsky: Siempre me ha apasionado la cultura española, y también la latinoamericana. Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez eran mis favoritos cuando estudiaba en el colegio. Cuando me pregunté que idioma debía elegir para estudiar después de los que has mencionado, inmediatamente elegí el español. Mi segunda novela, ‘Sumerki’ en ruso (‘Twilight’ –“Crepúsculo”- en inglés), teje una historia sobre conquistadores españoles que se aventuran en las tierras de los mayas en 1542, y el protagonista es un ruso que traduce este cuento misterioso en el Moscú de hoy. Mientras traduce este antiguo manuscrito, descubre junto al protagonista de estas viejas crónicas que las profecías de los mayas están a punto de cumplirse. Entonces, los demonios de los mayas acuden a él para evitar que traduzca y adquiera estos conocimientos. Espero que los lectores españoles no encuentren esto demasiado ridículo, como ocurre a menudo cuando alguien del oeste escribe sobre Rusia.
Scyla: Usted fue corresponsal en Russia Today y en EuroNews TV, especializado en temas internacionales, también fue parte de una expedición rusa al Polo Norte, informó sobre la muerte de Milošević, la crisis del gas entre Rusia y Ucrania que afectó a muchos países europeos, filmó en Chernobyl… ¿su experiencia en estos grandes eventos fue determinante para la escritura de “Metro 2033”?
Dmitri Glukhovsky: Sería increíble poder decir que sí, pero la respuesta es no. Concebí el argumento de “Metro 2033” cuando era estudiante. Desde los diez años de edad, y hasta que me gradué hacía un viaje completo de una hora por el metro de Moscú, desde mi casa al colegio (sí, Moscú es una ciudad enorme),y otra hora de vuelta. Ahora, calculándolo, significa unas 2.500 horas en el metro, durante 7 años. Mucho tiempo para pensar sobre cualquier cosa, incluida una guerra nuclear, especialmente cuando el metro de Moscú fue construido como el mayor refugio nuclear del mundo.
Sólo comencé mi labor de reportero cuando el libro ya estaba completo. Trabajar en el departamento de noticias de la televisión fue una gran experiencia, inolvidable. Hacía unos cinco viajes al mes, por toda Europa, países asiáticos, el mundo árabe, Islandia, Guatemala… La experiencia y las impresiones que adquirí en estos viajes me servirán para futuros libros.
Scyla: “Metro 2033” comenzó a escribirse en internet. Actualmente, muchos escritores noveles comienzan su trabajo con un blog, lo que les permite compartir lo que escriben con mucha gente, y recibir críticas de otros usuarios. En su caso, ¿otra gente le ayudó de esta forma para escribir “Metro 2033”?
Dmitri Glukhovsky: Sí, ahora parece ser una práctica común, pero publiqué por primera vez el libro en la web en el 2002, y los blogs apenas comenzaban a existir. Publiqué “Metro 2033” online principalmente porque ninguna editorial quería hacerlo en papel. No sólo me contestó una. La mejor respuesta fue una explicación de porque la editorial en concreto no había querido publicarla. Dudo mucho de que el resto se la leyera.
Decidí publicarla por mi mismo. Así que en 2002, diseñé y subí una página, dedicada a la novela. Aún puede verse aquí. Conseguí un par de enlaces hacia ella de foros de fans de la ciencia ficción, y comenzó a funcionar. Durante los siguientes dos años, tuve miles de lectores. Y comenzaron a comentarme que debería revivir al personaje principal, Artyom, y continuar el libro. Así que lo hice.
No pude cambiar el final, y tuve que añadir 8 capítulos. Creí que podría ser una buena idea convertir la novela en algo más interactivo, así que en 2004, diseñé otra web, en la que publiqué los nuevos capítulos en cuanto los fui terminando, uno a uno, transformando el libro en una serie, un drama en internet. Los lectores podían sugerir nuevas tramas, hacer pronósticos sobre como evolucionaría todo, y criticarme. El libro se convirtió en algo interactivo.
No seguí el ejemplo de nadie, simplemente me lo inventaba todo… I wasn’t following anyone’s example. I was just inventing this all for myself… Fue como reinventar la bicicleta.
Scyla: La escena de la novela es el Metro de Moscú, el primero de Europa, inaugurado en 1935, una vasta red de líneas bajo la capital rusa. Es un metro único, lleno de espacio, con mármoles y granito, esculturas y pinturas, diseñado para proteger a los ciudadanos moscovitas de un posible ataque nuclear. ¡Está lleno de posibilidades! ¿Cómo influyó este escenario en la historia de “Metro 2033”? ¿Cuándo le vino la inspiracíón?
Dmitri Glukhovsky: Como dije, la inspiración vino en mis años de estudiante. Un día oí que el metro de Moscú era el mayor bunker nuclear del mundo… y comencé a explorar la idea, y a imaginar: ¿Y si… llegase el día del juicio final? ¿Y si Moscú se convirtiese en una moderna Arca de Noé, salvando las vidas de todos aquellos que estaban allí cuando las cabezas nucleares arrasaban Rusia?
Las estaciones del metro de Moscú fueron construidas docenas de metros bajo tierra, algunas incluso llegan a los cien metros de profundidad. Muchas de ellas están equipadas con puertas herméticas, que aíslan la estación del mundo exterior, convirtiéndola en un pequeño bunker. Y los túneles de metro están conectados a más de 200 bunkers militares auténticos, centros de mando y almacenes de comida y agua. La mayoría de moscovitas ni siquiera lo sospechan… ¿no es inspirador?
Scyla: En “Metro 2033” combina la ciencia ficción con la crítica social y política, y muchos personajes dan su propia visión sobre estos temas. ¿Es este un reflejo de la sociedad actual, un conjunto demasiado diverso de visiones que dificultan que nos movamos hacia delante? En este caso, ¿la ciencia ficción ha servido como excusa para plantear temas importantes?
Dmitri Glukhovsky: “Metro 2033” es un libro con muchas facetas. Bajo la capa de ciencia ficción y thriller, se esconde una trama que lleva al lector a un viaje a través de los túneles del metro de Moscú tras el Apocalipsis.
A partir de ahí, existe un transfondo filosófico, ya que en cada estación Artyom, el protagonista, se encuentra con nuevas ideologías, nuevas visiones y religiones, que le obligarán a redundar sus propias creencias en base a lo que oye de otros seres humanos. Deja su propia estación como joven, psicológicamente casi un niño, y llega al final de su viaje convertido en adulto. La respuesta a la pregunta “¿en qué debería creer?” que el libro sugiere es “probablemente no hay nada en este mundo en lo que merezca la pena creer”.
También hay algo de sátira, también política (sólo hay que considerar el capítulo en el que la sede del Kremlin es invadida por una masa verde con capacidades hipnóticas que devora y disuelve a los humanos). En la novela coexisten también otros matices menores…
Sí, definitivamente un libro debe conseguir que los lectores piensen. Un libro no puede ser simple entretenimiento sin pretensiones. Si quieres consumir tu tiempo nada más, puedes ver la televisión. Los libros están destinados a aquellos que quieren poner en marcha sus cerebros. La diferencia entre la buena ciencia ficción (Bradburry, Lem, Asimoff, Strugatzky) y la mala reside en eso, la buena es una excusa para tratar temas serios.
Scyla:¿Cree que puede tener lugar un desastre nuclear a escala internacional, que la historia que describe puede convertirse en realidad?
Dmitri Glukhovsky: Mi experiencia en relaciones internacionales me permite opinar que la historia del libro no tiene demasiado de ciencia ficción: una guerra nuclear es más probable hoy que hace 40 años. Las relaciones de Rusia con el oeste parecen derivar en una nueva Guerra Fría y una nueva escalada armamentística, Corea del Norte prueba sus futuros misiles nucleares mientras lo vemos por la CNN, el programa atómico de Irán está en marcha, Israel amenaza con usar sus capacidades atómicas para destruir este país, y Pakistán es tan inestable como siempre, lo que es preocupante, teniendo en cuenta sus tensas relaciones con la India y los ataques de Mumbai… Sí, mi experiencia como periodista me permite veer los signos del Apocalipsis en las noticias del día (sonrisas).
Scyla: Un videojuego espectacular adaptó la novela… ¿Cuánto del espíritu de “Metro 2033” conservó? Los monstruos que aparecen en él se asemejan a los del libro? Según sabemos, es usted un fan del “Red Alert”, de Westwood Studios (como yo)... ¿qué juegos le gustan?
Dmitri Glukhovsky: El videojuego Metro 2033 conserva mucha de la esencia del libro: desesperación, supervivencia, nostalgia… y me encanta. La trama principal es la misma del libro, pero los jugadores no tienen que repetir paso por paso lo que hace su protagonista. Pueden cambiar el final, haciéndolo un poco más optimista.
Los juegos de PC han sido siempre mi pasión, particularmente las series de Civilization, Command and Conquer/Red Alert, y, por supuesto, Fallout y sus secuelas. Fallout, la primera vez, ofreció una posibilidad única, un universo abierto, sin líneas claras de argumento… un completo mundo en el que vivir, no un videojuego más.
Cuando puedes ver que ocurrió en los Estados Unidos tras una guerra nuclear, puedes comenzar a preguntarte qué ocurrió en Moscú. Piensas en el metro de Moscú y comienzas a escribir un libro.
Scyla: En un mundo post-nuclear, ¿cómo cree que se organizaría la nueva sociedad? ¿la especie humana sobreviviría o nos encontraríamos con los mismos graves problemas que tenemos ahora a escala global?
Dmitri Glukhovsky: Estoy absolutamente convencido de que la naturaleza humana no puede cambiar, no importa que ocurra. No creo que el Apocalipsis nos hiciese mejores. Cuantos menos recursos tengamos –comida, agua, aire, munición-, menos seres humanos seremos. La civilización está a punto de olvidar que es el hambre. Cuando ésta vuelva, la bestia retornará con ella, es lo que auguro.
En el mundo de “Metro 2033” las diferentes estaciones llegan a convertirse en grupos muy diferentes de personas. Comunistas y nazis, capitalistas y adoradores de Jehová ocuparían sus propios lugares en este particular Arca de Noé, y lucharán entre ellos, se unirán y separarán, y tramarán planes contra el resto.
El hombre siempre será el hombre. Fuimos expulsados del paraíso, ¿recuerdas? Y el metro no es un Edén, ni mucho menos. Se parece mucho más al Purgatorio.
Scyla:¿Qué libros o autores le influyeron como lector o escritor? ¿Conoce a algún autor español? ¿Qué puede decirnos sobre la continuación de su libro, “Metro 2034”?
Dmitri Glukhovsky: Borges, Márquez, Cortázar, Boris Vian, Franz Kafka, Strugatzky Brothers, Victor Pelevin… “Metro 2034” es un poco distinto. Intenté escribir una secuela que fuese buena como obra aislada. Así que es diferente, en su lenguaje, en su género y sus personajes. Es menos variado y más serio, con más lirismo y un poco más oscuro. Mientras lo escribía, pensaba en baladas del medievo, en poemas heroicos de la Antigua Grecia, en el “Principito” de Exupéry…
Aquí en Rusia, “Metro 2034” se publicó hace un mes, y ya ha vendido unas 200.000 copias. La gente tiene curiosidad sobre lo que vendrá a continuación… y yo también.
fuente:http://www.scyla.com
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